INSERCIÓN DE LAS TIC EN LOS
ESPACIOS PEDAGÓGICOS.
Las
tecnologías de información y comunicación (TIC) están transformando nuestra
vida personal y profesional. Están cambiando las formas de acceso al
conocimiento y de aprendizaje. La productividad y la competitividad dependen
cada vez más de la capacidad de generar y aplicar la información basada en el
conocimiento.
Nunca
como ahora se ha requerido de un aprendizaje continuo en los diversos campos
profesionales y, particularmente, en aquellos relacionados con el desarrollo de
los procesos educativos.
La
concepción de aprendizaje y, en consecuencia, las estrategias de enseñanza
dirigidas a promoverlo, también han experimentado cambios sustanciales.
Mientras el papel de la enseñanza tradicional era proporcionar información, la
función del alumno se restringía a asimilarla mediante la práctica y la
repetición, fuera de su contexto real de utilización. Hoy, por el contrario, se
considera que el aprendizaje no puede ser transmitido sino que debe ser
construido por el propio individuo (constructivismo).
En
nuestras sociedades con economías dependientes, sumidas en una profunda crisis
social y económica, se exacerban muchas de estas dificultades. Sin embargo,
consideramos que uno de los principales obstáculos para avanzar más rápidamente
en la inserción de las TIC tiene que ver con la cultura pedagógica dominante.
Entre
las razones que pueden contribuir a explicar el escaso impacto de las
tecnologías se encuentran: elevado costo de equipos, insumos, mantenimiento y
conectividad, escasa utilización de los ordenadores por parte de los docentes y
falta de formación para usarlos pedagógicamente, resistencia al cambio y
ausencia de políticas y planes nacionales e institucionales.
Sin
subestimar la importancia de los diversos factores que se han venido señalando
como responsables del escaso impacto de los ordenadores en la educación, así
como la necesidad de acciones coordinadas en diversos ámbitos asociados con el
uso de estos medios, considero que el diseño educativo es uno de los factores
cruciales para una inserción más pertinente de las TIC en educación. Si
trasladamos a las TIC el modelo tradicional de enseñanza no sólo estaremos
desaprovechando su potencialidad para generar entornos de aprendizaje
significativo sino que difícilmente podremos justificar los costos, el tiempo y
los recursos dedicados a su desarrollo. La formación por este medio demanda una
organización del contenido, un ordenamiento de las actividades educativas, de
la interacción y comunicación y de la evaluación del proceso distinta de la que
se utiliza en la enseñanza tradicional. Si prestamos atención al diseño de
cursos, estos espacios pueden convertirse en experiencias ricas y
satisfactorias de aprendizaje, en ambientes que propicien un nuevo modo de
aprendizaje.
En
la literatura sobre tecnologías de información y comunicación (TIC) se afirma
de manera insistente que estas tecnologías están cambiando las formas de acceso
al conocimiento, de aprendizaje y de comunicación. Al respecto es conveniente
puntualizar que para que esto ocurra es necesario que se den determinadas
condiciones relacionadas principalmente con el diseño educativo. Es necesario
por lo tanto hacer explícitas las condiciones necesarias para que las TIC
puedan contribuir efectivamente a configurar nuevos modos de enseñanza y
aprendizaje.
Las
TIC son herramientas esenciales de trabajo y aprendizaje en la sociedad actual
donde la generación, procesamiento y transmisión de información es un factor
esencial de poder y productividad, en consecuencia, resulta cada vez más
necesario educar para la sociedad de la información desde las etapas más
tempranas de la vida escolar.
Para
que pueda haber un verdadero impacto de las TIC en la configuración de nuevos
modos de enseñanza y aprendizaje se requiere de una visión integradora de las
políticas educativas, la organización de la institución, recursos materiales y
actores involucrados que se inscriban en el desarrollo de un proyecto educativo
claramente definido y compartido.
la
inserción de las TIC en la formación del docente gana espacio en el nivel
curricular, al declararse dentro de las competencias genéricas. Asimismo, las
competencias básicas ofrecen espacios de inserción para las TIC en el rol de
mediación pedagógica y gerencia educativa, siendo de interés la ampliación de
los criterios de inserción en los roles que resultaron ausentes, como
orientación pedagógica y acción comunitaria. Se recomendó el análisis de la
inserción de las TIC en el marco de la transversalidad, desde las unidades
curriculares, para cruzar el aprender, conocer, hacer, ser y convivir, en busca
de la auto-formación, la disposición al cambio y la gestión de la información.