En la sociedad
actual, tanto en Venezuela como a nivel mundial, la inserción y uso de las
Tecnologías de Información y Comunicación (TIC) en los espacios pedagógicos,
han alcanzado rápidos cambios que implican nuevos planteamientos para la
formación de los docentes, a través del
uso de éstas, se evidencia que su aplicabilidad proporciona mejores
construcciones de instrumentos para atender las actividades diarias que realizan
los docentes en cualquier nivel educativo.
Las universidades,
en general, tienen la necesidad y responsabilidad de repensar los procesos que
desde ellas se gestan en función de configurar contextos educacionales
diversificados. Para ello, se requiere de un pensamiento inclusivo, capaz de
interpretar la realidad compleja e intervenir en esta, de manera consciente,
tal como lo plantea Bartolomé, A. (2001).
Cuando
se habla de modelos pedagógicos, se refiere a las nuevas tendencias y
paradigmas que generan las economías totalitarias y las nuevas tecnologías de la
información y de comunicación. No se niega que representan retos que deben
reflexionar y asumir las universidades como parte de los procesos de generación
y transformación del conocimiento y la realidad. No obstante, se sabe que no es
la tecnología en sí misma la que genera y transforma la práctica educativa.
En
este sentido, no sólo demandan una actitud de flexibilidad y apertura a las
nuevas tendencias de educación virtual y tecnológica, sino también requieren de
una sólida formación para que, verdaderamente, las TIC lleguen a incidir en la
construcción de modelos pedagógicos renovadores.
Es innegable
el papel que corresponde a la universidad de investigar y reflexionar con
respecto a los usos y la función y efectos que pueden tener los paradigmas
virtuales y tecnológicos en los procesos de enseñanza y aprendizaje. A tal
efecto Castillo, L. (2008), afirma “Redefinir su función y las estrategias
logra no sólo la interactividad entre el conocimiento y el aprendizaje”.
(p.123), sino niveles de proactividad y afectividad entre las personas, tal
como lo plantea Cabero, J. (2003).
Con
el uso de las TIC en la educación se puede lograr despertar el interés en los
estudiantes y profesores por la investigación científica; así lo afirma
Castells, M. (2001). Así como posibilitar el mejoramiento de las habilidades
creativas, la imaginación, habilidades comunicativas y colaborativas pudiendo
acceder a mayor cantidad de información y proporcionando los medios para un
mejor desarrollo integral de los individuos, tal como lo plantea Bettetine, G.
(2007).
En
mi opinión estoy de acuerdo con lo planteado por los autores anteriores; ya que
todo esto es posible a través de la práctica pedagógica, porque es el elemento
decisivo para hacer de los nuevos modelos y del uso de las nuevas tecnologías
propuestas innovadoras para el aprendizaje, innovaciones educativas además de
tecnológicas.
Así,
el reto de la educación virtual, parece ser la forma de disponer un espacio
educativo apoyado en lo tecnológico, para favorecer no la simple reproducción o
adquisición de los saberes sino, por el contrario, las posibilidades de nuevas
composiciones y creaciones a partir de las actuales condiciones del saber.
Los
estudiantes de esta sociedad del siglo XXI tienen que moverse en un entorno
rico en información, tienen que desarrollar dos nuevas competencias,
adicionales a la clásica de conocer, hacer y ser, deben aprender a buscar la
información y a saber aplicar o transformar esa información en la solución de
problemas y en la generación de nuevos conocimientos.
En
relación a la formación del personal docente debe ser una política continua y
esencial para las instituciones universitarias, interactuando el uso y la
integración de las TIC y facilitando los medios tecnológicos y un buen
asesoramiento.
En
tal sentido, la formación docente deberá atender al desarrollo de destrezas y
habilidades no solo instrumentales en torno a las TIC, sino también a la
formación de criterios para la de-construcción y re-construcción de los
referentes y significados de las informaciones y saberes que circulan a través
de las TIC. Tal situación refleja la emergencia de un cambio en los roles
pedagógicos tanto del docente como de los estudiantes. El docente será más
facilitador, propiciará las condiciones para el aprendizaje y el estudiante
será más autónomo y responsable de su aprendizaje.